El paso devastador del huracán Irene ha ocasionado la muerte de seis personas y provocado que casi un millón de hogares se hayan quedado sin electricidad en los primeros estados afectados, Carolina del Norte y Virginia (sureste de Estados Unidos). Además, unas 12 mil líneas telefónicas se encuentran fuera de servicio en la costa Este del país norteño.
Irene, que se desplazaba con vientos de 140 kilómetros por hora, tocó tierra estadounidense a las (11H30 GMT). Posteriormente, las autoridades confirmaron la muerte de tres personas: una golpeada por un tronco que se cayó, otra en un accidente de tráfico y la tercera por un paro cardiáco.
La cuarta víctima es un niño de 11 años, que falleció cuando cayó un árbol sobre su residencia familiar en Newport, sur de Virginia, donde la quinta víctima fue un hombre falleció al caer un árbol sobre el vehículo en el que se desplazaba.
Un surfista en el estado de Florida murió al ser arrastrado por las corrientes, convirtiéndose en la sexta víctima de Irene.
Además de las cifras mortales, Irene ha provocado daños materiales en numerosas infraestructuras de suministro eléctrico en los estados mencionados, hecho que ha dejado sin luz a un millón de personas.
Asimismo, la mayoría de la costa este estadounidense, donde hay 65 millones de habitantes, se encuentra en estado de emergencia ante la llegada del huracán, que también ha obligado a evacuar a dos millones de personas.
En tanto, el transporte en la región noreste de la nación norteamericana está totalmente paralizado, tanto los aeropuertos como el servicio ferroviario.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) informó que en Carolina del Norte y Virginia resultaron afectadas unas 12 mil líneas telefónicas.
Un representante de la FCC, James Barnett, señaló que ningún centro de recepción de llamadas de emergencia ha sido afectado. Sin embargo, unos 130 repetidores para telefonía celular están fuera de servicio.
A pesar de que el organismo encargado de las telecomunicaciones en Estados Unidos desplegó cuatro equipos en la costa Este para controlar los daños provocados en los sistemas de comunicación por el ciclón, "no hay ningún modo de impedir que los sistemas resulten afectados durante tormentas de esta intensidad", aseguró Barnett.
De acuerdo con el último boletín del Centro Nacional de Huracanes (CNH), Irene estaba, a las 18H00 GMT a 70 kilómetros al oeste de cabo Hatteras, en Carolina del Norte, y 155 kilómetros al sur de Norfolk, en Virginia.
Las predicciones del CNH sitúan el recorrido del huracán a lo largo de la costa atlántica entre este sábado y domingo. Canadá, por su parte, ha declarado estado de alerta de tormenta tropical.
Ante el estado de emergencia declarado por Washington D.C. y Nueva York, el alcalde neoyorquino Michael Bloomberg reiteró la orden de evacuación de las zonas por debajo del nivel del agua, que afecta a unas 370 mil personas.
"Nunca habíamos emitido una orden de evacuación obligatoria, y no lo estaríamos haciendo ahora si no creyéramos que la tormenta tiene el potencial de convertirse en algo muy serio", afirmó Bloomberg a la prensa.
Pese a que Irene ha reducido su intensidad a categoría 1 de la escala Saffir-Simpson, la menor de las cinco posibles, los expertos han advertido que sigue manteniendo su peligrosidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario